• Evitar el miedo en los niños

    Todos sabemos que los miedos son algo frecuente en la vida de todos, sin importar la edad. Nuestros hijos muchas veces suelen decirnos que sienten miedo por diferentes situaciones que de grandes, seguramente no las sientan. O quizás sí. Los miedos que experimentamos de niños suelen transferirse luego a nuestra edad adulta, expresándose de diferente manera, pero siempre pueden tener su raíz en la niñez. Es importante que los padres tengan esto en cuenta para poder tratar el tema con sus hijos y protegerlos cuando expresen miedo. Siempre en alguna familia se les reprocha y se les intenta hacer comprender que los miedos no son tales, que no se asusten, que sigan sin importarle, entre otras cosas, cuando lo más importante es detenerse a que sus hijos se sientan poyados en caso de sentir miedo, y en caso de que sea algo razonable, hacerles comprender de la mejor manera, que no hay nada de qué temer y que ellos son siempre más fuertes que el temor.


    El miedo es una herramienta que en varias familias se utiliza para que los niños obedezcan, poniéndolos en penitencia, apagando la luz cuando deben estar iluminados, amenazándolos con alguna acción “en caso de que” no hagan lo que tienen que hacer. Es imprescindible que no se utilice el miedo como una herramienta para que los niños obedezcan, no sólo no es eficiente sino que puede generarles ciertos temores a futuro.
    Estamos hablando de una etapa en la que los niños están creciendo y conociendo el mundo,por lo que no es nada bueno que el miedo sea parte de ese mundo. Más adelante puede que ese miedo se exprese cuando crezcan en timidez, en poca expresión, en baja autoestima o poca confianza en sí mismos. Muchas veces los responsables de sus propios miedos pueden ser los mismos padres, y es algo que está en sus manos evitar.

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